De nuevo llega ese momento del año en el que acabas de dar carpetazo a tus cosas pendientes, has enviado decenas de mails diciendo que no te busquen por unas semanas, anotas en una libreta (sí, yo soy versión 1.0 todavía) esas cosas que tienes pendientes de las cuales ni te acordarás a la vuelta y te despides de tus compañeros con más alegría que pena porque sabes que, al fin y al cabo, tienes luego 11 meses para disfrutar de su compañía.
¡¡¡¡VACACIONES de verano!!!!
Siempre se plantea un tremendo dilema cuando tenemos que elegir destino pero este año, a diferencia de los anteriores, pensamos que un cambio de aires nos vendría bien. Cierto es que el continente americano se nos resiste normalmente porque los vuelos suelen ser extremadamente caros (es paradójico que sea más barato volar a Hong Kong que a Quito) pero, anticipándonos a esta expectativa, compramos el billete en el mes de febrero y conseguimos un precio razonable.
Areia todavía no se cree que vaya a hablar español. Eso sí, la comodidad tiene su precio. Ya le hemos avisado de que va a ser responsable de negociar, averiguar e ir de avanzadilla si procede en algunos trámites. Aprovechando que no hay barrera lingüística (luego lidiaremos con la dialectal y la cultural) vamos a ir "adiestrándola" en el sutil arte de viajar.
Tal vez sea el viaje menos preparado de los últimos años. No tenemos nada claro donde vamos a ir. Hemos hecho algunas cábalas sobre posibles rutas pero todo está en el aire. El transporte marítimo y fluvial no son muy fiables (a priori) en cuanto a frecuencias, con lo que dependeremos de la suerte y la buena voluntad. La carretera parece algo más segura, pero tampoco sabemos la flexibilidad que nos encontraremos.
De momento, el domingo noche aterrizamos en Managua con la intención de "rozar" la capital y salir por pies hacia - posiblemente- el este del país, hacia el Caribe. Eso sí, nada de hoteles de 5 estrellas, resorts de lujo y todo incluidos (tampoco los hay, a excepción de cosas muy localizadas). Buscaremos hamacas, cabañas o familias predispuestas a aguantar a un trío respetable.
No sabemos tampoco muy bien con qué opciones de conexión nos encontramos, así que, si no damos noticias durante unos días, pensar que internet nos puede fallar antes de avisar al Ministerio de Asuntos Exteriores.
Voy a colgar la colada, sacar la mochila, ver qué es lo que falta y hacer una última lista de lo necesario.
Nos vemos en Centroamérica!!!!!!!!!!!!!!! (y esta vez, por fin, ¡¡¡con acentos y eñes!!!)
