Los "protas"

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De madre aventurera, hija trotamundos. Una aporta la experiencia, otra el sentido común. La suma de las dos: una serie de vivencias inolvidables y unos recuerdos indelebles.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Se pasa la resaca??

De vuelta al tajo y la vida habitual.

Ayer, totalmente perdida, agotada y desorientada. Hoy, tocando algo más la realidad pero con pocas ganas de ser consciente de ella.

Sé que es cuestión de días, de rutina, de coger la marcha diaria pero esta vez llevo mi aterrizaje a la cotidianeidad con poca compostura.

Ya se pasará...

Echo de menos a Areia las horas que no estoy con ella. Me agobia tener que seguir las pautas. Se me hace extraño regresar a un orden que me es ajeno. Parece que me quede a puertas de una de mis mini crisis existenciales. Si a la peque no le entusiasmase tanto esta ciudad...

Me declaro nómada sin complejos. Lo del sedentarismo no está hecho para mi.

Para cuando la próxima escapada????

Por mi... YA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

martes, 25 de agosto de 2009

Boa viagem!


11 horas de vuelo. 11.

De ellas, Areia durmió 9.

Yo, ninguna.

Es lo que tiene tener ese don para no dormirse en ningún transporte público. He de decir que los de TAP te lo ponen fácil y hacen lo imposible por que te quedes dormido. Ningún tipo de entretenimiento. Cero.

Cenita a los 30 minutos de vuelo, una vez estabilizado el vuelo. Cuando todo el mundo está medio dormido, una peli que ya nos pusieron a la ida. Para entonces, tal vez las 3 de la mañana ya. Después, luces apagadas, ventanas cerradas y nada. Hale, todos a descansar y el que sufra de insomnio que aguante su vela. Hasta me sabía mal encender la luz individual. Era la única. Dejé el libro (por cierto, una novela que compré en el Shopping de Paulina Chiziane, la única escritora de novelas mozambiqueña que me está sorprendiendo bastante) apartado e intente encontrar posición para dormirme. Sobre mi, las patucas de Areia, las mantas entrelazadas. Mi almohadón forrando el apoyabrazos que se hallaba levantado. Ni con esas. No hubo forma de dormir. Canturreé, pensé, dejé de pensar, volví a escudriñar otra vez, cerré los ojos, los abrí, fui al baño, volví, paseé por el pasillo, observé al resto descansando, sonreí solidariamente a los que, como yo, no pegaban ojo...

Hasta las 8 -hora de Portugal- (las 9 mozambiqueñas) que empezaron con el desayuno. Poco antes las ventanas se estaban abriendo y el vuelo empezaba a desperezarse. Areia abrió un ojo y esbozó una gran sonrisa y un "mamiiiiiii" entre bostezos y estiramientos. Estaba descansada.

Aterrizamos a buena hora, en un vuelo movido pero sin complicaciones (es lo que tiene estar en cola, se nota TODO), con el tiempo justo para el enlace con Madrid, donde aterrizábamos también a las 14.10.

Llegó la mochila, eso sí, con el bolsillo de arriba totalmente abierto y ni uno sólo de los cargadores que habían asomado previamente cuando saqué las llaves de casa. Se lo había puesto a huevo. La azafata me había preguntado: "Es eso equipo electrónico?". A lo que le contesté: "No, un cargador tan sólo". Había firmado mi sentencia. Se revenden de segunda mano en cualquier calle de Maputo. Lo que no saben es que dos de los tres son de cámaras de fotos, sin ninguna utilidad para ellos. Y yo tendré que volverme loca buscando repuestos.

Espero que, al menos, les sirva para poner algo de proteinas al arroz de esta semana.

La espera en Madrid fue lo más pesado. Tres horas hasta nuestro vuelo de conexión con Valencia y una terminal 1 con poco entretenimiento. Yo estaba agotada. Areia me preguntaba si estaba triste y me hacía reir como ya sabe ella hacerlo.

- No es tristeza, Areia, es puro cansancio.
- No me gusta verte así, vas a ver qué pronto lo cambio.

Y con estas, me empieza a imitar a una cantante con su voz grave y sus gorgoritos. No puedo evitarlo, lo hace tan bien que me descojono. Y ella me mira con su sonrisa de dientes caóticos y hasta se me olvida el cansancio.

Pasamos el control exhaustivo de equipajes de la aerolínea. Estaban generosos y demasiado ocupados. 35 minutos de vuelo para llegar a casa, un trayecto que conozco de memoria porque lo hago varias veces al mes por trabajo. Y por fin, a las 19.15 pisábamos tierras de azahar y azul intenso.


Por fin en casa.

lunes, 24 de agosto de 2009

Cerrando capitulos




Nuestro último día en Maputo.

Eso sí, antes aprovechamos el sábado noche todo lo que el cuerpo lo permitía. Después de salir de internet y, ávidas por hacer algo respecto al caso "cuaderno", nos fuimos al super más cercano y compramos una libreta, obviamente no tan "glamourosa" pero al fin y al cabo, libreta. La adjuntamos al boli de cuatro colores y la dejamos en una bolsita en el local para que la destinaran a la niña con una nota de "gracias" y un par de besos.

Kristen llamó y quedamos en que pasarían a recogernos sobre las 19.30. Vinieron acompañados de Owen, un holandés que tiene por delante 13 meses de recorrer mundo.

A petición mía acabamos cenando en Mundo's, un local tremendamente popular con los mozambiqueños, con una gran variedad de ambientes y de carta pero, sobre todo, una zona de juegos infantiles brutal. Areia batio records comiéndose la cena y desapareció entre tubos, toboganes, colchonetas, zapatos ajenos, nuevos amigos y vocabulario recién estrenado en portugués.

Jack y yo acabamos sucumbiendo ante un
stir fry y rematando la comida con un "blow job" (yo no escogí el nombre, de verdad) que era un chupito con muy buena pinta y una gran combinación. Demasiado llenas para postre pero con un "sweet tooth" y ganas de rematar con algo dulce (y la opción del café quedaba desechada)

Era casi medianoche cuando apagábamos la luz.

Espeluznante, diría yo...

Ni que decir tiene que a las 9 del domingo Areia empezaba a abrir el ojo. Yo no logré cerrarlo. No sé si fue la combinación explosiva, la poca costumbre de tomar alcohol (ridiculísima cantidad, pero alcohol al fin y al cabo) pero pasé la noche dando vueltas, con pesadillas y sin poder dormir. Aún se me hizo más largo por el hecho de que la peque no despertaba ni a tiros. Cuando por fin saltó del lecho, era tarde para acudir al desayuno. El restaurante estaba cerrado. Decidimos acercanos al Surf a por nuestros pastelitos.

Cerrado.

Bajamos algo más por la 24 de Julho. Una panadería con apenas algunos bollitos. Maputo estaba muerto. Desierto. Volvimos a trillar la calle y acabamos a unos 15 minutos del hotel, en una panadería regentada por hindúes. Zumo, galletas, "bolos de açucar" y un café con leche. Eran casi las 11 cuando lográbamos llenarnos el estómago.

Pasamos por el centro de antiguos combatientes de guerra. Se veía mucha actividad, la gente cantaba, reía y se saludaba. Yo quise entrar pero Areia tuvo un apretón de órdago, así que optamos por retornar al hotel. Algo no andaba bien del todo, así que establecimos dieta blanda por si acaso. Aunque ella estaba como una flor. Empaquetamos las mochilas y dejamos todo listo ya para la salida. Eran las 11.30.

La ciudad estaba medio dormida. Los comercios, todos cerrados, excepto algunos pocos de restauración (pero apenas una cuarta parte) y en la calle apenas alguna chapa urbana, algún coche perdido y algún peatón despistado.

Hicimos incursión a la parte alta de la ciudad, caminando tranquilamente, observando el lento palpitar dominical y buscando la oficina de Médicos sin Fronteras. Por fin la ubicamos. Allí dejamos los restos de nuestro botiquín, puesto que, a pesar de tener clínicas cercanas, preferí dejarlos en manos de una ONG por miedo a que se acabaran revendiendo. Sobre todo había buenas dosis de antimalaria y algunos antibióticos, la mayoría infantiles.

Es curioso ver la transformación de una ciudad de un día para otro. La frenética actividad diaria, los pitidos de las chapas, el caos circulatorio, los vendedores de recargas, todos ellos se habían tomado el día libre. Algunos vendedores de flores, otros de frutas, algún que otro de chicles y galletas. Poco más destacable. Mucha calma.

Podíamos haber optado por ir a la Costa del Sol, la playa más cercana a la ciudad, pero puesto que ya no teníamos habitación, ni posibilidad de desmontar todo, ni ganas de andar escachuflándonos (incluso por 6 kms) en chapas, ni queríamos preocupaciones por no tener un baño a mano, optamos por ir al Shopping Center.

Reducto de civilización, guetto de modernidad, edificio de cristales y neones, el Maputo Shopping Center está en la parte baja de la ciudad, junto al puerto. El supermercado es tremendamente popular y vibraba tremendamente en domingo. La clase media y alta maputense colonizaba cada esquina. Niños de domingo y, sorprendentemente, muchísimo musulmán ataviado con sus mejores ropas. Me llamó la atención porque no era día de fiesta islámico, al menos aparentemente. Luego averigüé que acababan de comenzar el ramadán pero vi que todos, sin excepción, llevaban estrictamente el "uniforme" adecuado.

Subimos al último piso, la zona de restaurantes, para tomar algo. Un bol de arroz blanco para Areia. Yo pedí una sopa de pescado por si la peque podía aprovechar algo del caldo y una ensalada marroquí, repleta de cous cous, yoghurt y diversas hierbas. Exquisito todo ello. No pude ni acabarla.

Pasamos la tarde merodeando por la zona, aprovechando cada sorbo y bocado para jugar, escribir, dibujar y hacer comentarios. Estabamos de total relajo.

Un par de batidos más tarde y tras algún que otro sandwich (parecía que el estómago de Areia se comportaba) fuimos a por una maleta del tamaño adecuado para poder cruzar la "frontera Ryanair" sin demasiados bultos. Nos hicimos con un pequeño "carry on" y así colocamos piezas sueltas dentro para no andar con todo colgando. Subimos al hotel, organizamos trastos y acudimos a nuestro último homenaje a Mimmo's, el restaurante favorito de Areia en Maputo.

A las ocho en punto teníamos un taxista en la puerta. En un cuarto de hora estábamos en el aeropuerto. Totalmente desierto, no había rastro siquiera de los mostradores de facturación.

El aeródromo de Maputo (¿o se merece la denominación de "aeropuerto"?) es un edificio de dos plantas, unos 200 metros de largo (se ve perfectamente de una punta a otra) y unos 50 de ancho. A un lado, algunas ventanas de líneas aéreas. A otro, alguna tiendecilla y unos paneles de separación traslúcidos. Los dos paneles de información anunciaban 4 llegadas y una salida. "La" salida era la nuestra, el único vuelo previsto en las siguientes horas.

Pregunté dónde facturar y me dijeron que hasta las 21 no abrían los mostradores. Nos topamos con Laura y Alejandro, que hacía un rato ya se agazapaban en la cafetería del piso de arriba. Algo más tarde de las 21 abrieron y nos enviaron directos a la ventanilla de TAP a por un número de referencia de billete electrónico. No hay sistema centralizado, así que tocaba ir a averiguar otro código. A la señora de facturación mi mochila se le antojó demasiado grande (ella, tan menuda que es y que siempre viaja conmigo encima) así que la facturé, no sin antes sacar las llaves de casa. Y le puse una velita a algún santito para que llegara.

Matamos algo de tiempo en la cafeteria del primer piso, un lugar amplio y cómodo, y hasta con pianista en vivo. Todo un lujo para un antro como es el edificio al completo. Quemamos los pocos "meticais" que nos quedaban y conversamos animadamente con nuestros amigos.

Quedaban los trámites más engorrosos, inmigración, seguridad, policía. Todo bien. Sólo el funcionario de turno me señaló (sin siquiera pronunciar palabra) que mi pasaporte estaba en ascuas, medio despegado y cayéndose a trozos. Ya lo sé, el pobre lleva mucha tralla pero no puedo hacer más que esperar a que no se desvencije del todo. Le quedan 4 páginas libres. Cuando ya no quepa más, sacaremos uno nuevo.

La sala de embarque estaba repleta de viajeros y turistas. Algún portugués, mucho (muchísimo) italiano y un atajo de españoles. Mozambiqueños, pocos. Pasamos control, caminamos por la pista y al dar la medianoche estábamos sentadas en nuestro asiento de cola, con 11 horas de vuelo por delante.

Areia ya estaba dormida...

sábado, 22 de agosto de 2009

Interioridades capitalinas




Es fin de semana.



Y se nota.



Ayer optamos por saltarnos el chino y acabamos en un lugar popular y muy local, el llamado "Clube dos escritores". No diria yo que era plenamente un antro intelectual, pero si que estaba repleto de lo que podriamos llamar la clase media mozambiquenya. Algunos salian de trabajar y llevaban todavia el " uniforme" puesto (traje y corbata). Otros mostraban ya cierto grado de relajo y de alcohol en sangre. En general, el mozambiquenyo es tremendamente animado, divertido y bromista. Se oian risas y conversacion por doquier. Pedimos algo que hay en todo menu (suelen estar calcados unos de otros), medio pollo con patatas y arroz. La fanta de uva para ella, tonica para mi. Areia vio una ninya de su edad jugando con otros dos de tres y no lo pudo resistir. Empezo haciendo carreras en tiempo record alrededor del local y luego se unio al juego de persecucion con los otros mocetes. Cada rato pasaba por la mesa, pero no paraba de reir, gritar y jugar. Se lo paso pipa. Yo, con el otro ojo, leia un rato y observaba la accion nocturna. Un relax que no se palpa en otros momentos de la semana.

Eran mas de las 22 cuando nos retirabamos al hotel. Una barbaridad para nuestro escrupuloso y ordenado horario.

Caimos las dos redondas.

Yo a las 6.30 estaba despierta. Areia ha abierto el ojo un par de horas mas tarde. Me ha pedido que me metiera un rato en su cama y nos he sacado a ambas para ir a desayunar. Las sobras de la rapinya del buffet y nuestros pasteles de "nata" (que es crema en realidad) de Surf.

Hoy tocaba mercado. Para mi, una tentacion. Hemos dado una vuelta a la plaza 25 de Junio, observando el panorama. Maderas, tejidos, cuernos de vaca, cuentas, metales, todos los materiales valen para realizar artesanias. Algunas ya muy manidas. Otras mas originales. Hemos visto a nuestro amigo Orlando, que conocimos en uno de nuestros paseos. Su trabajo esta hecho con cuentas de colores y nos tenia a ambas fascinadas. Soy debil cuando se trata de "manualidades". Siempre acabo picando algo. Hoy no ha sido excepcion. Ademas me encanta el juego de regatear, aunque reconozco que con el tiempo me he vuelto mas blanda. Me resulta dificil apretar sobre todo cuando viene un ninyo y acabo dandome cuenta de que estoy discutiendo por 10 centimos.

Despues de llegar a nuestro limite permitido, hemos puesto pies en polvorosa para soltar la carga en el hotel. El dia estaba muy tranquilo, las calles medio vacias, las tiendas lentas y cansinas. La vida, en general, apagada. Hemos decidido atravesar Tunduru, el jardin botanico. Ademas, nos ha llamado la atencion una musica que venia de lejos. Al acercarnos, hemos visto que se trataba de una boda.

La novia no puedo describirla. El dia que pueda, os pondre una foto. Si la censura me lo permite. No he visto cosa mas fea en mi vida!!! De hecho, era lo mas parecido a una drag queen que puede pensarse. El novio, la mitad de ella. Del vestido y su simplicidad, ni hablamos. La escena era tremendamente divertida. Delante, los pajes, dos ninyas monisimas de blanco inmaculado y un ninyo con su traje negro. Los invitados detras, cantando gospel y bailando animadamente. Entre ellos, el Michael Jackson de la familia, dandose unos pasos loquisimos y arriesgados.

Nos hemos puesto a seguirlos.

Estaban haciendose las fotos del evento, solo que ellos lo hacen mucho mas divertido. Llevan una juerga tremenda, la gente no para de moverse, reir y bromear unos con otros. Incluso con nuestra pequenya comitiva.

En cierto momento han parado junto a unas palmeras a hacer unas fotos. El novio ha intentado subirla pero despues de acordarse del riesgo de hernia que conllevaba, ha preferido dejarlo estar. Mejor ella sentada en tierra sobre una "capulana" (pareo local).

Lo mas curioso: sobre ellos y en lo alto de las palmeras, cientos de murcielagos gigantes (al menos los mas grandes que yo he visto en cantidades tan ingentes) de mas de unos 70/80 cms de envergadura haciendo un ruido tremendamente estridente y volando como locos de un lado a otro. Nos hemos quedado pasmadas observandolos. De hecho hemos acabado por perder el grupito aqui, despues de casi una hora de peloton de cola entreteniendonos con sus cantos y danzas ordenadas.

Una gozada.

Al final, hemos logrado alcanzar el hotel sin mas interrupciones, hemos dejado los trastos y encarado camino a la "Feira Popular" un lugar que reune varios restaurantes, todos locales y tradicionales, amen de una pequenya feria para ninyos y algo de entretenimiento.

De camino, he preguntado para ubicarla exactamente, pero me han dirigido hacia otro evento, un multitudinario concierto lleno de adolescentes enloquecidos, aglomerados en la puerta. Por razones obvias, hemos pasado de largo.

La "feira" estaba mucho (pero mucho) mas tranquila. Posiblemente hemos llegado a la hora equivocada. Aunque para nosotras era perfecta. Poca gente, tranquilidad y rapidez en el servicio. Mi curry de "okra" a la Zambeziana estaba estupendo. Y el pollo con salsa de coco de Areia, otra delicia.

Hemos tenido noticias de Jack y Kristen, que habian llegado hacia poco a Maputo directos desde Tofo. Estaban en el centro comercial, asi que nos hemos acercado a verlos. Con ellos hemos estado paseando un rato y riendonos de las anecdotas de los ultimos dias. Areia los adora. Kristen no para de jugar con ella (y puede cargarla sin romperse!)

Luego los veremos un rato en la cena.

Hoy hemos recuperado nuestro diario. Nuestra querida libreta. La dejamos el otro dia por despiste aqui, en internet, con disgusto de mi parte y pena de la de Areia. Hemos intentado recuperarlo desde el jueves. Parece ser que la senyora de la limpieza se lo llevo y por fin lo trajo esta manyana.

Si no fuera porque tiene todos los dibujos de Areia del viaje, notas nuestras, direcciones importantes (vamos, lo que es un diario) no habriamos insistido. Ahora nos sentimos casi culpables. Los pocos espacios libres del cuaderno estan llenos de sumas, restas, divisiones y notas. Un bailarin africano se ha convertido en Michael Jackson, a las sirenas de Areia les han salido grandes tetas y escrito con el boli de cuatro colores hay algo asi:

"Hoy encontre un cuaderno, va a ser mi diario de ahora en adelante. No te voy a abandonar jamas. Tiene purpurina y es muy bonito. Ademas tiene cuatro colores (aqui viene cada uno escrito en su tinta correspondiente). Estoy muy contenta de tener un cuaderno nuevo"

Incluso tiene operaciones corregidas por profesora (y parecia que apenas quedaba hueco para nada mas!)

Hemos decidido que vamos a comprar uno nuevo, darle el boli y escribirle unas "GRACIAS" enormes por devolverlo. Este tipo de cosas te hace ver las carencias que puede tener un ninyo...

La proxima vez que me pregunteis porque me fascina Africa y por que me siento tan a gusto entre ellos, sacare a colacion el tema de la libreta. Aunque tengo otras anecdotas que pueden ilustrarlo de la misma manera. Y especialmente aqui son encantadores y tremendamente honestos!!!!

Si, nos iremos con pena, no voy a negarlo, aunque Areia ya tiene su lista de "echo de menos" y tendremos que cubrirla a la vuelta. Para ir preparandonos, aviso:

- Las croquetas de Abu
- Los bunyuelos de Abu (como ves, mama, no te lo pone facil)
- Los carbonara (eso es cosa mia)
- Los zumos de la calle del Mar
- Una buena peli de cine (tenemos pendiente "Up")
- Las hamburguesas de Pepa

Y, para mi, podemos dejar la lista en:

- Un par de horas con mi osteopata

El resto cuento con ello y tengo ganas de veros a todos. Muchas.

Manyana tenemos todo el dia por delante. El plan es breve. Lo unico que sabemos es que iremos a misa.

No, no he visto la luz. Todavia no. Es que despues de la experiencia de la boda y viendo por donde van los tiros, creo que una ceremonia religiosa de domingo tiene que valer la pena. El resto del dia, "dios dira". Visto lo visto, las ciudades mozambiquenyas mueren completamente los domingos. Aunque siendo como son, seguro que hay fiesta en algun rincon.

Volamos a las 00.15 del lunes (iremos al aeropuerto despues de cenar) y llegamos a Lisboa sobre las 10.30. Madrid unas horas mas tarde y finalmente a Valencia con Ryanair a las 18.20. Hora estimada de llegada, las 19.15. En casa para las 20.

Todavia tenemos casi 30 horas por delante. Aprovecharemos hasta el ultimo minuto.

Por si alguien tenia dudas... :)





viernes, 21 de agosto de 2009

Inhaca. Una isla de ida y (poca) vuelta





- Grrrrrrrr... shhhhhhhhhhh... zas.......shhhhhhhhhhhhh...zas....
- Mama, que estas haciendo?
- Aprovechando para depilarme en nuestro ultimo dia de playa. Te has despertado ya?
- Claro, me has despertado tu con tus pelos! (risas)

Eran las 5.55 de la manyana.

Definitivamente, los horarios aqui son muy distintos (quien me hubiera dicho a mi que acabaria depilandome antes de las 6 de la manyana en un hotel con cortinas de tapiceria en pleno centro de Maputo) No nos ha hecho falta ni el despertador. De hecho a las 20.30 Areia sucumbia un parrafo mas tarde que la noche anterior. Yo aun lei un rato mas pero creo que no habian dado las 21 cuando cerraba los ojos.

De camino al puerto hemos pasado por "Surf", la pasteleria donde hemos hallado los "pasteis de nata" y nos hemos aprovisionado para el desayuno de Areia. A las 7.30, puntuales como relojes, estabamos sacando el ticket para la isla. Hacia un dia espectacular. Cielo azul y apenas una brisa.

A las 8 estabamos todos esperando el famoso "Ferry Vodacom". Ni rastro del susodicho. Todos sentados ordenadamente viendo a los pescadores faenar y prepararse para la salida. A las 8.30 se veian indicios de algun movimiento. Los locales iban para el muelle. Alli estaba un pequenyo barquito donde alguien tenia la cabeza metida en el motor.

Era, como no, el nuestro.

Se podria pensar que habian tenido todo el dia de ayer, incluso algunas horas del dia para revisar el trastillo. Pues no, resulta que se acababan de dar cuenta de que algo fallaba. En fin, no se si pensar que eso te da confianza o todo lo contrario. Eso si, mucho mejor que encontrarnos en pleno Indico mecidos por las olas.

Eran pasadas las 9 cuando saliamos de puerto. Unas 25 personas. Todavia no he logrado averiguar porque le llaman el Ferry Vodacom. Tal vez porque no hacian mas que sonar tonos y politonos en el interior? Eso si, lo de ferry parecia una broma. Era un barquito con capacidad para apenas 45 personas, cerrado y chiquitin. Y se mecia como una cuna.

Para alguien que le tiene terror al mar (lease yo) estoy realizando autenticas proezas. No se si se me han puesto las piernas duras de las pateadas que nos damos o de la tension que me entra en todas las travesias marinas. Hoy, de cualquier forma, he acabado por relajarme. Y hasta disfrutar. Con dos horas a la ida y dos y media a la vuelta (parecia que fueramos de pesca) me ha dado tiempo a todo un poco.

Inhaca pertenecio en tiempo cercano (geologicamente unos 7000 anyos) al continente. Ahora yace a 40 kms de la costa y se divisa claramente desde la city. La convirtieron en 1976 en reserva y tiene un centro de biologia marina. La anexa Ilha dos Portugueses (casi accesible en marea baja) fue un centro de leprosos y ahora es parte de la reserva, asi como el principal foco de visita turistica (una parte no sufre las bajadas de las mareas).

Hemos llegado tarde, pasadas las 11 y el regreso era a las 15 horas. Puesto que la marea estaba muy baja, el ferry nos ha dejado lejos y una barquita nos ha acercado a la orilla. Desde ahi, a patita mojandonos los bajos de los pantalones. Un moceton de 1.90 me ha agarrado a Areia y me la ha depositado sana y salva en la arena. Se me ha presentado como Lucas, guia de la isla. Le he agradecido el gesto y su intencion de mostrarnos el lugar, le he dado una pequenya recompensa por ayudarme con los 25 kilos en canal. Hemos divisado un chiringuito donde los dos camareros dormian a pierna suelta junto a la entrada. Al escuchar el crujir de las ramas ambos se han despertado y, leganya en mano, nos han invitado a sentarnos. Hemos aprovechado para cambiarnos a algo mas fresco y beber (y, por supuesto, la meadita de la manyana). De paso de nuevo por el nucleo central de llegada, nos han ofrecido llevarnos a la Isla de los Portugueses. Como apenas teniamos 3 horas, he dedicido que, simplemente, nos ibamos a dedicar a pasear.

Despues de un ratito de ascenso a lo alto de la isla, nos han cortado el paso por hallarnos en terreno gubernamental, pero amablemente nos han guiado por la isla para ir al centro neuralgico y al restaurante mas popular. Areia estaba hambrienta.

Lucas es posiblemente uno de los lugares mas famosos por sus pescados y mariscos. Hemos decidido agasajarnos con un platazo de ambos. Las dos en nuestra mesa, con un buen solete, hasta con pan y una jarrita de aceite de oliva de la que hemos hecho buena cuenta antes de llegar nuestro principal. Creo que ambas estabamos famelicas.

Las gambas me las he zampado yo pero hemos peleado por el calamar y el pescadito. La ensalada yo, las patatas, a medias. Me he puesto a charlar con una alemana que ha venido tambien en el barco y que estaba extendiendo su estancia despues de una conferencia mundial sobre agricultura la semana pasada. Ella si que se quedaba a dormir. En el fondo, me estaba dando una envidia tremenda.

La verdad es que la isla se merece unos cuantos dias de visita. Es grande y tiene unos rincones preciosos. No es algo que se pueda cubrir en unas horas. La idea inicial de ayer de quedarnos era perfecta. Incluso de haberlo planificado bien, habria agarrado los trastos y pasado esta noche. Pero me centre en pasar el fin de semana en Maputo y acudir al mercado artesanal del sabado. Tampoco sera la ultima isla tropical que visitemos.

Despues de pegarnos el panzon, nos hemos dirigido a la playa. Nos hemos encontrado con Alejandro y Laura, la pareja de espanyoles que nos la recomendaron. Ellos tambien se quedaron colgados ayer con el barco pero al final volaron en avioneta. Una opcion bastante recomendable pero con la que no contamos.

He pensado incluso en pasar de todo, pero la broma me salia cara (pagar habitacion en Maputo y en la isla....) y tampoco tenia suficiente pasta. Asi que nos hemos olvidado del tema y nos hemos ido a dar un banyo. La marea habia subido ya y las "caranjeiras"de la manyana habian desaparecido. Nuestra llegada matinal ha estado rodeada de mujeres buscando cangrejos, negros para los poderosos, comunes para los pobres. Ahora algunos barcos de pesca surcaban la bahia. Poco mas. Una tranquilidad pasmosa.

El agua estaba cristalina e incluso no demasiado fria. Una gozada. Pero en unos minutos nos han dado las 1445. Hora de volver al barco.

En la pasarela estabamos apenas una docena de personas. Todos de vuelta donde fondeaba nuestro ferry costipado.

Esperando.

Un buen rato.

Cuando he preguntado, me han comentado que estabamos esperando a dos personas. Todos estabamos casi maldiciendo. Han resultado ser dos portuguesas que venian a la ida a las que, al parecer, les han dado la informacion erronea. Hemos logrado partir, tarde pero de vuelta a casa.

La travesia ha sido tranquila, aunque esta vez Areia no ha dormido ni cinco minutos (la ida ha estado totalmente torrada) y hemos sacado todo el repertorio de juegos durante los mas de 150 minutos en en cascaron.

Eran las 18 en punto cuando llegabamos a Maputo.

Lo mejor, la puesta de sol con el "skyline"de la ciudad de fondo. La capi ha ganado en belleza por unos momentos.

Duchadas, limpias y relucientes, tenemos la noche del viernes por delante. Aunque confieso que el suenyo ya me esta pudiendo y no son ni las 20 horas. El ritmo es tan distinto!!!!

Iremos a zampar algo. Igual hoy toca chino. Veremos si llegamos a un acuerdo.

Seguro que estara bueno...

jueves, 20 de agosto de 2009

Circunstancialmente "atrapadas"







Que bonita isla! Que lugar tan idilico!

Bueno. Si es que llegamos a descubrirlo...

Seguimos en la capi, nos hemos quedado "atrapadas" en Maputo. Cosas de Africa!

Ayer acabamos con un batido de chocolate y una macedonia de frutas. Teniamos todavia la comida en la garganta. A las 20 horas estabamos postradas debidamente en la cama, listas para amanecer a buena hora sin arrastrarnos. De hecho Areia cayo redonda. No escucho ni el final de los "Tres cerditos". Yo me desvele a las 3. Tal vez habian pasado 7 horas y ya no me tocaba dormir mas. Al final cai de nuevo y a las 6 Areia ya estaba dandome los buenos dias. A las 6.30, puntuales desayunando. Yo me he puesto morada de "bolos de acucar" (la primera es c cedilla, pero tampoco la veo en el teclado, lo cual es extranyo!!!) pero Areia apenas ha probado bocado. Hemos volado con un taxi al puerto, con tal ligereza de pies que hemos comprobado que eran las 7.10 cuando cruzabamos la verja. De sobra para perdernos.

Hacia un frio terrible. A la peque le he sacado calcetines, le he colocado el "buffer" de gorro y otro par improvisado de guantes. El cielo estaba muy cubierto. A los 10 minutos ha aparecido el taquillero. Nos informaba de que el barco de hoy se habia cancelado por exceso de viento y mala mar. Al parecer habia mas nudos que en un macetero de macrame, lo cual no habria hecho muy agradable la travesia.

Compuestas y sin novio, nos hemos acercado al Hotel Pestana. Esta manyana el corazon me ha dado un vuelco cuando he repasado nuestros horarios de vuelta. Resulta que mi hora inicial de salida era el 23/8 a las 22.25. Me la cambiaron para las 00.15. Pero al ver la fecha he visto que era la del 23/8 tambien. Lo cual, en terminos de vuelo, significa la noche del sabado al domingo. De repente me he visto privada de 24 horas de estancia, con la complicacion de buscar tambien hotel en Lisboa y cambiar ligeramente de planes. Finalmente todo estaba solucionado. La fecha era del 24. Tudo bem. No hay problema.

La oficina de la TAP estaba en dicho hotel. Hemos llegado a las 7.30 pero hasta las 8 no comenzaban. Hemos preferido deshacernos de los trastos, descargar en nuestro "Santa Cruz" y caminar mas ligeras. De paso, hemos entrado en el "residencial" en el que habiamos reservado para el fin de semana para saber cuando podriamos disponer de habitacion. Saldriamos de uno para entrar en otro. Estan a unos 300 metros.

Areia estaba mareada. Hambre, obviamente. La loncha de queso no le habia dado para nada.

Hemos descubierto un cafe cercano, panaderia y pasteleria. Los ojos se nos han abierto como platos cuando hemos visto los "Pasteis de nata" que nos embelesaron en "Belem" en nuestra visita a Lisboa. Hermanos gemelos aunque sin azucar glaseada. Precisamente el otro dia el monstruillo me decia que "echaba de menos los pasteles de Belen". Voila, aqui los teniamos todos para nosotras. Yo me he homenajeado con un expresso.

Deciros que hemos pateado Maputo de cabo a rabo no seria exagerado. La ciudad es abarcable a pie, aunque con subidas y bajadas, grandes calles y avenidas. No hemos parado en todo el dia.

Un paseo de nuevo hacia el puerto, cruzando a lo largo de la bahia y haciendo los ejercicios establecidos en el "parque de mantenimiento". Un trayecto a lo largo del "marginal" subiendo mas adelante para la zona "bien", la gubernamental y la rica. Se podia ver el poderio solo en los coches. Ministerios, soldaditos en garitas, seguridad armada, calles bien pavimentadas, flores en las esquinas. Incluso nos hemos topado con un pavo real paseando sus plumas y desafiando al trafico. Ni idea de que estaba haciendo pero era muy decorativo!!

La "ascension" ha topado con el Museo de Historia Natural, un edificio manuelino de gran belleza. El interior, la peor pesadilla para una pelicula de miedo. Cientos de animales pasados por la mano del taxidermista. Otros imitados, algunos fabricados de forma algo burda. Una curiosidad ciertamente divertida y, cuanto menos, didactica. Buenas explicaciones, muy visual y con graficos explicativos. Hemos aprendido mucho aunque por momentos Areia me decia: "mama, vamonos de aqui, que me da cosa". Lo que mas nos ha flipado ha sido la coleccion de fetos de elefantes (reales hasta los 10 meses, el resto simulados) fruto de una "limpieza" que se realizo hace muchos anyos y de la cual se tuvo la "feliz idea" de, al menos, recolectar los restos de los embarazos para hacer un estudio sobre el crecimiento del paquidermo en el interior de la hembra. El embarazo de la elefanta es de casi dos anyos pero desde el primer mes el animalito ya muestra hasta la trompa. Las fotos (no he logrado cargar en este ordenador) os las ensenyare. Son ciertamente curiosas.

La parte de etnologia tambien nos ha encantado. Musica, cosas del hogar, aparejos de pesca, tradiciones culturales.. Un poco de todo. La peque ha disfrutado de lo lindo (a pesar de lo espeluznante de algunos bichos)

Cuando nos hemos dispuesto a cambiar de hotel, hemos pasado primero por el nuevo. Cuando me han vuelto a decir el precio resulta que habia variado casi 500 meticais del original. Me ha reiterado que eran casi 2000 por noche. Eso se me iba unos 20 euros mas por encima de lo que estoy pagando. En principio eran unos 5/6 mas pero en estas circunstancias he decidido que nos quedabamos donde estabamos. Cutre, cierto, pero limpio y, sobre todo, muy bien situado. No espero a estas alturas ninguna suite de Hilton.

Despues de recuperar la "compostura" y alimentarnos como debiamos (a las 13 andabamos desmayadas) le he dicho a Areia que nos ibamos al Museo Nacional de Arte.

- De artes marciales?- me ha preguntado con sorna y una amplia sonrisa
- Si, de artes marciales.

La broma se remonta a hace unos dias pero la pedorrilla anda siempre picandome y con ironias. A quien habra salido?????

Ciertamente, el Museo Nacional de Arte nos ha encantado. Pequenyo, con apenas 3 salas, pero una gran coleccion de pintura y escultura mozambiquenya. Un arte muy africano, con una firma tremenda, pero fascinante a la vez que expresivo. Areia me ha pedido repetir salas porque lo estaba pasando bomba. Se ha entusiasmado con algunos grabados. Y las esculturas de madera la han dejado pasmada.

Siguiente visita sin cita: la estacion de ferrocarriles de Maputo. Apenas hay 3 o 4 lineas, tal vez dos trenes diarios pero la estacion tiene la firma de Eiffel, que aunque nunca piso tierra mozambiquenya si tuvo que ver con el disenyo de la misma. Y en otros edificios colindantes. Impresionante el trabajo en hierro. Divino el ambiente que se vivia dentro con el tren de las 1630 listo para salida. Dos vagones. Una via.

Atardecia ya, hemos seguido pateando via.

Al pasar por los restos en declive del mercado se veia todavia una vida intensa. Frente a las tiendas de tejidos, hombres sentados frente al maquina de coser confeccionaban trajes de ensuenyo. Areia empezaba a sentir cansancio. En la subida hasta nuestro hueco, observabamos esa extranya mezcla arquitectonica que tiene Maputo. Edificios Art Nouveau, Art Deco, coloniales, comunistas o sesenteros. Algunos divinos. Otros tan feos que duele la vista. Pero la mezcla es loca y divina. Y la vida de la ciudad, rica como ella sola.

Manyana intentaremos otra incursion a la isla. Solo para pasar el dia.

Si los hados lo permiten...

miércoles, 19 de agosto de 2009

M'apunto!



Esa es la tecnica mnemotecnica que usa Areia para acordarse de la capital de Mozambique. Espero que cuando se la pregunten en algun examen (eso lo preguntan todavia o el resto del mundo allende las fronteras ya no existe??) sepa ponerla correctamente. De cualquier manera hacemos repasos ocasionales. Debe ser de las pocas ninyas que antes de llegar a primaria sabe que la capital de Swazilandia se llama Mbabane (y pronunciarlo!!!!). Ah!!! Y tambien distingue un arbol de mangos de una palmera de papayas y ha descubierto (no como yo, a mis 39) que las pinyas crecen en palmas realmente enanas (que chasco!!!)

Lo dicho, hoy hemos llegado a Maputo. La capi.

El madrugon ha sido tremebundo. Estar de vacaciones y amanecer a las 3.30 deberia estar prohibido, pero como todos sabemos, sarna con gusto... De hecho a las 3.15 estabamos las dos despiertas. Yo, como siempre que tengo que despertarme a horas intempestivas pendiente de algun transporte, duermo fatal y para el colmo tengo suenyos tremendamente extranyos. Areia se ha colado en mi camastro en plena noche desafiando la mosquitera y ambas hemos esperado con calma la hora de montar en el bus.

Las cuatro.

La loca se ha dormido profundamente hasta las 7. Casi ni moverse. Debia ser la unica que tenia espacio en el bus. Como yo predecia, me ha tocado comprar otro billete. Por supuesto que ella no pagaba. Pero en mis rodillas. Y siete horas con 25 kilos son demasiado para un body ya castigado de tanto trajin. Nos hemos colocado detras del conductor, con menos espacio para las piernas pero sin posibilidad de acabar con fardos enfrente o debajo. Aun asi, el asiento que se despliega en el centro y la maleta insidiosa e inmensa de una guiri que no andaba ligera nos han comido algo el espacio. Areis estaba espatarrada felizmente. Yo "hacia migas" con el senyor de al lado, pierna con pierna y de vez en cuando, su mano tras mi cabeza. Haciendo amigos...

A las 7.30 le he propuesto a Areia un cambio de asiento. Yo en la ventana, ella junto a mi colega. Al menos el roce era menor y yo podia verme las patas. Y lo mejor, mas de medio metro por encima de mi cabeza. Un lujazo!!!! Vistas al campo (y que vistas!!) y poder disfrutar de la pelicula de la vida diaria.

Por mucho que se recorran las carreteras africanas, nunca dejas de sorprenderte. No solo el verdor intenso, la cantidad de arboles frutales, los campos por doquier. Les crecen las cosas por castigo. La tierra es fertil, el maiz crece en los bordes del asfalto, las plantaciones surgen casi espontaneamente. Eso si, siempre dependiendo de la bondad de la madre naturaleza. Si no llueve, todo se ha acabado. Si hay algun percance, por pequenyo que sea, estan acabados. Pero riqueza, no dejan de tener una riqueza increible.

Y lo mejor: ellos. Verlos ya despegar a las 4 de la manyana, caminado a oscuras por los arcenes, arando los campos al romper el alba, los ninyos yendo al colegio en filas ordenadas por el lado derecho de la calzada (recuerdo que aqui conducen por la izquierda), las vendedoras de ni se sabe apareciendo de la nada. De hecho, eran las 7.30 cuando el bus ha parado un momento sin mas aviso ni razon ninguna. El conductor ha bajado, ha observado la rueda y ha sacado un alambre. En esto estaba yo mirando atenta, cuando frente a mi ha aparecido una senyora con bocadillos de tortilla. Para entonces estaba yo sonyando con un buffet libre de cereales y fruta. No era lo mismo, pero por 10 meticais (unos 30 centimos) me ha hecho el papel y al menos he aguantado hasta la siguiente parada.

Tras cinco horas bastante llevaderas, hemos parado a repostar. El bus y nosotros. Una meadita rapida y una gasolinera bien abastecida. Areia se ha comprado una magdalena y un bollo de pan. Yo, una palmera. Al estirar las piernas me he dado cuenta de que tenia gemelos porque dolian como si hubiera corrido una marathon. Estaban bloqueados. Los he recuperado en los 15 minutos de parada. Al volver a subir me he podido colocar incluso en posicion de flor de loto.

Lo dicho, una gozada!!!

A las 11 se entreveian las afueras de Maputo. Solo 7 horas (son 450 kms). A las 11.40 estabamos a la puerta de Fatima's place, el hermano mayor de Fatima's Nest, nuestro lugarcito de Tofo. Hemos preguntado por si tenian sitio pero, como temiamos, no tenian mas que dormitorios compartidos. La estupenda chica de recepcion ha hecho un par de llamadas y yo he procedido a repasar las opciones. Al final hemos agarrado las mochilas y nos hemos lanzado a la caminata.

Maputo, a pesar de lo caoticas que son las urbes africanas, es una ciudad bastante agradable. Tiene una estructura reticular, con la Av. 24 de Julho como eje central y unas cuantas grandes avenidas atravesandola. El oceano a ambos lados, puesto que esta como en una bahia con una extranya forma. Tiene su playa al norte, al sur hay que andar algo mas lejos para encontrarla. En la misma ciudad esta la "marginal", el paseo maritimo que queda algo alejado y fuera del centro. El trafico es intenso pero cruzar no significa jugarte la vida.

En conclusion, es un sitio en el que apetece explorar y hasta pasear con calma. Le dedicaremos un par de dias.

Hemos llegado a un bonito hotel al borde de unos jardines. En una silla habia una chica esperando, ha resultado ser vasca. Y se ha llevado la ultima habitacion disponible. Algo cansada, he decidido acercarme a otro hotel algo mas feo pero muy centrico. Tenian dobles. Luego he leido que no era recomendable para mujeres solas. Si lo averiguo os contare por que. De cualquier forma, sola no estoy. Tengo la mejor companyia.

Una vez duchadas y arregladas, nos hemos puesto en marcha para ir a dar una vuelta. De hecho hemos tenido que regresar a cambiarnos porque el viento era fresco y con los tirantes no se estaba comodo. Hemos aterrizado en un lugar para comer llamado Mimmo's. Uno de esos lugares populares, sin una personalidad extraordinaria pero rapidos y eficaces.

Areia estaba entusiasmada: tenian menu de ninyos, con sus dibujos, sus fotos, sus personajes y todo. Se le ha hecho la boca agua cuando ha visto los "bolognesa". Y yo cuando he observado mi plato de "caril de camarao" (curry de gambas). Impresionante! Los dos estaban de miedo. No hemos dejado ni una miga, ni un trozo de perejil, ni un hilillo de queso. Nos ha faltado lamer el plato. Y, para el colmo, un expresso de escandalo. Y a la peque le han regalado un juguetito con el que lleva la tarde entretenida.

Luego hemos ido a pasear, a tomarle el pulso a la capi por la tarde. Como ya he comentado, es verdaderamente agradable. Volveremos el viernes a explorarla mas.

De momento, manyana tenemos nuestro ultimo madrugon (aunque no tanto!). A las 8 cogemos el ferry a Inhaca, con lo que despegaremos sobre las 6.30, abandonaremos nuestro cutrehotel y nos llevaremos los trastos a la isla, en busca de nuestros dos ultimos dias de reposo. El viernes, de vuelta. Fin de semana de frenesi controlado. Al parecer la noche Maputense es estupenda. Tendre que comprobarlo en otra ocasion, la situacion no lo hace propicio, no creo que a la loquita le apetezca tomarse unos "Amarulas" con jazz de fondo y un monton de "expats" fumando y contando aventuritas.

Cuando crezca...

martes, 18 de agosto de 2009

Experimentando




Anoche cayo un buen aguacero. Se podia sentir en el techo de paja aunque Areia ni se inmuto. El ruido era mas que agradable. Mezclado con el sonido del oceano lo hacia muy placentero...

Areia si se desperto en mitad de la noche. Debio tener una pesadilla porque gritaba claramente "Vete de aqui" y algo mas que no recuerdo. Me acerque y la calme a traves de la mosquitera (estamos en camas separadas y ella bajo de una litera) y luego me volvi a mi catre. No sin antes bautizarme frente y nariz con la parte alta de la litera. Tremendo dolor. Lo dormi hasta las 6.30.

El dia ha amanecido cubierto. Gris oscuro. Gris claro. Un giron de azul al fondo. Me he quedado leyendo en el porche, finiquitando mis restos literarios. Areia se ha despertado mas tarde, con su imperterrita sonrisa dandome los buenos dias.

Nos hemos puesto en marcha, ella con su bocata de atun y su zumo de mango, yo con mi cafe y mis cereales. A eso de las 10 empezabamos nuestra incursion. Habiamos decidido ir hacia la zona norte, hacia Barra. Nos hemos equipado con pareo, pantalon y manga larga. Soplaba un frio casi gelido. En cuestion de 20 minutos nos estabamos despelotando. El viento ha empezado a amainar y el sol a calentar en serio.

Hemos descubierto nuevos rincones, autenticos "criaderos" de conchas que hemos recogido y seleccionado. En la playa no habia absolutamente nadie, apenas nos hemos cruzado con media docena de personas (y eso casi exagerando) Una gozada. Hemos perseguido garzas, alucinado con pajaros de extranyos picos y alas azuladas. El sol pegaba fuerte y hemos disfrutado de lo lindo. Practicamente hemos llegado hasta el faro. Unos 5 kms de ida. Y otros tantos de vuelta. Podia empezar a sentir un cierto rugido en las entranyas. Las dos estabamos hambrientas. Le he propuesto a Areia ir al mejor restaurante de la zona, Casa Barry, famoso por su marisco. Yo estaba casi desmayada cuando hemos alcanzado las escaleras. Curiosamente, alli estaban Kristen y Jack, dandonos una calida bienvenida. Eran las dos menos cuarto.

Cuatro horas de paseo. Suficiente para tener hambre...

Hoy es el cumple de Jack. Ademas, el de los 40. Sobre la mesa ha aparecido un inmenso "seafood platter" para darse el homenaje. Una inmensa bandeja de pescado y marisco que han devorado con tiempo y ganas. Mientras, yo he pedido un fantastico "fish kebab" y Areia una hamburguesa.

Los cuatro estabamos a reventar. Andabamos de risas y bromeando. Jack, mas maniatica y preocupada, agitaba la mano tratando de evitar unas abejas insidiosas. Yo las ignoraba. Areia bebia su Fanta.

- Ayyyyyyyyyyy... -

Ya sabemos que Areia NO es alergica a las abejas.

La pobre ha venido a mi con grandes lagrimones. "Pica, mama" me decia. Le han durado un minuto. Le he puesto mi lata de tonica en la cara, hemos pedido un poco de hielo y enseguida ha olvidado todo el asunto. Se ha puesto a jugar con los cubitos y a hacernos estremecer del frio.

Nos hemos despedido de nuestros australianos, que han ido a intentar surfeo tardio ya que la mar estaba mas calmada. Ellos se quedan hasta el sabado por la manyana. Nosotras ya tenemos el billete para manyana a las 4 (vamos, dentro de un rato!!!) para ir directas a Maputo en un bus de 30 plazas. No quiero mas estrujamientos!!!

Lo curioso es que le he dicho al chico: quiero DOS plazas. Ha mirado a la ninya y me ha dicho "Ella es gratis". "Si, se que es gratis pero quiero DOS plazas, no quiero llevarla encima todo el rato" El tipo hasta ha llamado al encargado para preguntarle si una ninya de 6 anyos tenia que pagar. Le ha confirmado que no, que iba de balde. No se por que pero tengo la sensacion que manyana la llevo encima con los bultos. Gajes del oficio...

Ya os contare!!!

Tenemos todavia la comida en la boca y hoy tenemos "early night". A la cama pronto! Le he prometido a Areia algo dulce en sustitucion de la cena. Veremos la carta de postres.

Me da la sensacion de que la cuenta atras realmente ha comenzado. En menos de una semana estamos de vuelta al redil.

Se me hace extranyo....

lunes, 17 de agosto de 2009

Tofo ... con otros aires!





Hoy estamos de nuevo en Tofo. Amanecimos despues de horas de descanso. Lo necesitabamos. Nos hemos dado un homenaje con crepes, macedonia y cafe: un buen desayuno. Areia, como no, lo ha regado con su Fanta de uva. Imprescindible en cualquier momento. Nos ha costado salir de alli porque, a pesar de las 16 personas en nomina de la pension, la unica que corre y vuela es la gerente. Nos ha servido, hecho la comida, cobrado y despedido. No se para que estaban los otros 15 pero me parecian superfluos...

Hemos cruzado la ciudad, respirando el lunes matinero camino a la estacion de chapas. Una parecia a punto de partir a Tofo. "Hay sitio??" he preguntado al cobrador. Vaya pregunta tonta... en Mozambique SIEMPRE hay sitio.
Nos han puesto al final, en la ultima fila. Un asiento para las dos. Cajas de botellas se apilaban al frente. El pequenyo maletero de detras estaba a reventar. Un horror. En el lateral de las ventanas, una barra cruzaba de lado a lado. Fardos arriba atados a la barra, justo a mi vera. Hemos partido.

Al cabo de unos kilometros nos ha parado la policia. Sorprendentemente le han pedido los papeles, que pusiera los intermitentes y la marcha atras. Estabamos parados sin poder movernos. A mi me ha entrado un ataque de claustrofobia tremendo y he gritado:


- Quiero salir!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Todo el mundo se ha girado.

- Como que quieres salir? Decia uno.

- Aqui alguien quiere bajar, conductor- decia otro.
- La senyora no se encuentra bien - decia otro mas alla.
- Esto es asfixiante. No puedo mas, me quiero bajar.

Nadie se movia. Yo ya no sabia que hacer. Me encontraba atrapada en un ataud gigante. Nunca me habia sentido asi. He sacado la cabeza por la ventana intentando respirar. Areia no decia nada. No nos moviamos.


- Luego te cambias y te ponemos en un asiento mejor.


He intentado explicarles que me sentia agobiada, que estoy acostumbrada a las chapas pero me encontraba totalmente encerrada. No me podia mover pero ni siquiera podia estirar el cuello, me daba con la cabeza en el techo. Le he dicho al conductor que fuera despacio. Cada curva podia oler el tufo del neumatico rozando contra algo metalico. Realmente peligroso. El trayecto se me ha hecho eterno. 22 kilometros con un tremendo mal rollo en el cuerpo. Veia que tan siquiera podia salir por la ventana en caso de accidente. Me encontraba atrapada. Los demas han debido pensar "esta blanca excentrica" pero jamas me habia pasado antes. Simplemente me ha podido la claustrofobia... (y la forma de conducir del susodicho que era para poner los pelos de punta a cualquiera)

En Tofo nos hemos ido a nuestro querido Fatima's. Nos han dado una cabanya con cinco camas para ambas y nos hemos ido a disfrutar de el aire libre. Mucho espacio. Mucho sitio.
La tranquilidad de la bahia de Inhambane no hacia presagiar lo que nos hemos encontrado: Una mar tremendamente agitada. Imposible banyarse. Hemos ido hacia Tofinho buscando nuestros "jacuzzis". Desaparecidos. Tofinho es la playa de surferos. No habia ni uno. Unos murallones de 4 o 5 metros se estrellaban a 50 metros de la orilla. Impresionantes. No habia forma de sobrepasar eso. Nadie ha desafiado el agua. Todas las actividades canceladas. Nosotras nos hemos dedicado a pasear, a jugar, a leer y a contar cuentos. Areia no queria mas. Solo juego, juego y juego.

Ahora vamos a cenar con nuestros amigos australianos, que tambien llegaron ayer camino de vuelta, aunque ellos permaneceran unos dias mas, tambien para celebrar el cumple de ella, que es manyana. Nosotras... si todo va bien, partimos miercoles.

En un bus mas amplio, eso si!!!!!!!!!!!!!!!!!

Camino al sur



No habia necesidad de levantarse pronto. No importa que salgas con el sol recien salido, al final llegaras tarde (podria ser un dicho mozambiquenyo pero simplemente es una reflexion). Lo definitivo es que emprendiamos camino de vuelta. No podiamos ir al norte (dos dias de ida| dos de vuelta...no way!!!) asi que despues de escuchar de Areia que queria volver a Tofo, reemprendimos marcha al sur.

Desayunamos con calma. Nos despedimos de Sabrina y de todo el personal. Charlamos tranquilamente con algunos recien llegados. Finalmente, con todo pagado, recogido y arreglado, fuimos al mercado, desde donde salen las chapas hacia todos lados.

Esperamos un buen rato. Tal vez media hora, una hora. Nunca se puede saber, sobre todo cuando no se lleva reloj. Era domingo y todo estaba tranquilo. Cogi dos sitios. No me arriesgaba a estrujarme de nuevo. Cuando veia el conato de enchufar a alguien mas en nuestra fila gritaba "estamos completos". Les debia extranyar ver ese "hueco" solo" ocupado por una "menina" de 6 anyos. Vaya desperdicio!!!!!

A los 50 kms casi todo el mundo descendio pero el "cobrador" ya se preocupo de parar en cada rincon del planeta y apretujar a todo quisqui en los asientos, aunque hubiera sitio en otras filas. "Son cuatro por fila" repetia sin cesar. En algunas eran ocho y hasta nueve con vastagos incluidos. Un nanete de la ultima fila aprovecho una parada para "sacarla" por la ventanilla (lo de la meadita no esta concebido, ni menos aun una parada decente) bajo la mirada escrupulosa y horrorizada del conductor que veia como la carroceria de su flamante (ja!) chapa quedaba humedecida.... Me encanto!!!!

Cuando llegamos a Maxixe eran las 15.30. 215 kms en tiempo record. Ya decia yo que tenia hambre. Normalmente ni comemos ni bebemos puesto que no queremos tener apretones inesperados. En Maxixe estabamos ambas desesperadas por un banyo pero aun tuvimos que esperar a cruzar la bahia en nuestro "barquinho" unos 40 minutos mas. Una vez en el otro lado, salimos corriendo a nuestra Pensao Pachica sobre todo para alcanzar el deseado descanso...

Volamos los 500 metros que nos separaban y entramos saludando, lanzandonos directas a "la casa de banho". No aguantabamos mas...

Decidimos quedarnos en Inhambane y explorar un poco la ciudad. No nos apetecia otra hora de chapa hasta llegar a Tofo y hacerlo de noche ya. Un cambio estaba merecido.

No aguantamos para ver la puesta de sol. Estabamos famelicas. Era domingo y estaba todo cerrado. Ni internet, ni cafes, ni apenas restaurantes. Finalmente recalamos en un antro local donde nos zampamos medio pollo con bebidas por el mejor precio hasta ahora pagado (4 euros con todo). Y nos parecio estupendo.

Inhambane es una ciudad colonial, adormilada y tranquila, donde se respira un aire de relajo estupendo. Me recuerda mucho a las ciudades centro americanas, o a una Trinidad o a un Cienfuegos cubano.

Estuvimos jugando un rato a las cartas en el malecon pero el cansancio nos pudo. No eran ni las 20 cuando nos retiramos a nuestra cama. Aun sonaba la musica de nuestra pension, el unico rincon de ocio abierto. Yo ya no oi nada mas. Ni Areia tampoco. Apenas se entero del cuento....

Bazaruto: Snorkel de secano





No solo el hombre es el unico que tropieza dos veces con la misma piedra sino que, ademas, disfruta con ello.

Por eso me empenye en coger otra vez el barco para irnos a otra isla. Por si no habia habido bastante.

La noche anterior habiamos estado hasta el ultimo minutos al tanto de los eventos con Sabrina, la duenya del Zombie, una italo francesa encantadora que trabaja como una bestia pero parece disfrutar haciendolo y teniendo a todo el mundo contento. Habian cancelado todos los viajes a las islas el viernes dada la experiencia del jueves y las previsiones meteorologicas, por eso los del sabado estaban mas que "petados" y las posibilidades de encontrar hueco estaban menguando. Al final las gestiones de Sabrina y Denis funcionaron y a las 21 nos dijeron que teniamos sitio. A las 7.45 pasaban a por nosotras.

Despertar a Areia fue un pequenyo esfuerzo. Encargue sus tostadas mientras tanto y fui adelantando con un cafe. Cuando por fin las leganyas despejaban, llego Peter, de Ocean Blue a por nosotras, cargando a Kristen y Jac, nuestros amigos australianos, que tambien iban pero a bucear. Dado que nos pillo en pleno bocado, decidio ir a por otra gente y nos dio unos minutos mas para saborear el desayuno.

Nos trasladaron al otro extremo de Vilankulo, donde el huracan Jophet destrozo varios lugares hace dos anyos y medio. El hotel Aguia Negra, donde estaba el centro de buceo, estaba en pleno proceso de remodelacion. El duenyo inicial simplemente no tuvo ganas de renovarlo y lo dejo tal como estaba. Los chicos del buceo estaban haciendo un trabajo con calma y relajo pero el lugar era perfecto.

El mar se veia en total calma y era una gozada.

Subimos en una lancha motora. Curiosamente 3 catalanes, dos vascos, los dos Ozzies, dos chavalas inglesas y nosotras. Todos buceadores menos 4 de nosotras. TOdos equipados. Areia entusiasmada porque tenia aletas y equipo de su tamanyo. Todo perfecto.

La llegada a Bazaruto, en 40 minutos, increible. La mayor de las islas (37 kms de largo) y la que le da nombre al archipielago. Al lado, Benguerra. Al final, Magaroque. Otras pequenyas islas que tambien lo salpican. Un lugar paradisiaco.

La isla te recibe con una inmensa duna de colores ocre, que acaba en el mar en un precipitado salto. Una playa larga, un arrecife cercano. Ideal y precioso. Algunos ya estaban campando y disfrutando del sol. Nosotras embarcamos de nuevo para acercarnos al arrecife y hacer algo de snorkel.

Dejamos a los buceadores, poniendome los dientes tremendamente largos. Nos acercamos al arrecife pero el viento habia cambiado, el mar tenia olas sorprendentemente altas y el cielo se cubria con nubarrones de escandalo. Menchu salto. La chica inglesa, dada a ataques de panico, se ayudo de Paulino y parece que fue nadando. Yo meti a Areia en el agua. Pero el grito la saco de un salto.

- Esta muy fria mama. Yo no quiero nadar en este agua.
- No quieres intentarlo, llevas neopreno y una camiseta. Luego esta mejor.
- No, mama, no quiero.

No insisti mas. No hay motivo para forzarla a no disfrutar. Yo ni probe el agua. Nos quedamos en el barco, jugando a los personajes mientras mirabamos al horizonte. Al menos logro no marearse y sobrevivio al vaiven realmente desestabilizante.

Llamaron a las dos chicas. Los buceadores asomaban. Fuimos a recogerlos y nos acercamos a la orilla. Poca visibilidad pero al menos habian visto algun pez, alguna estrella de mar, algun bicho marino. Eso si, nosotras fuimos las unicas en ver delfines, que pasaron junto al barco. Eso y, lo mas interesante, el trasero de Paulino bajo el neopreno verde desgarrado. Cuando vi a Areia mirando fijamente en su direccion sin quitar ojo le dije:

- Areia, le estas mirando el "vilan..." a Paulino (ahora todo lo que tiene que ver con el "derriere" se llama "vilan ...." por el nombre del pueblecito)
- No, mama, joooo, estaba mirando el horizonte!!!
- Seguro? Es que no quitas ojo....

A continuacion vino un codazo en las costillas y un "Mama, no te he dicho que de chicos no hablamos?????"

Me encanta picarla. Esta tan divertida....

Llegamos a Bazaruto y todos estaban desesperados por secarse. EL viento era fuerte. Nosotras estabamos mojadas, pero del descargue de la nube que nos habia caido encima mientras esperabamos. Aparentar, aparentabamos!!!!

Una vez en Bazaruto, sacamos las galletas, el zumo, el queso y las viandas que traiamos, Areia se puso a repartir un poco de todo, zampamos algo y nos fuimos a subir la duna.

Habeis intentando subir dunas de muchos metros????

Es agotador. Lo mejor que se puede hacer con un pedazo de comida en la mano.

Para entonces, las nubes se alternaban con el sol. Por momentos hacia fria. Areia no se quito la camiseta de neopreno. Por si las moscas. Al llegar a la cima de la duna, nos lanzamos a saltos para bajarla, despendoladas del todo y gritando como enanas. Una gozada.

- Otra vez, mama!!! Quiero bajarla otra vez!!!!
- Luego, hija, luego (aqui viene la falta de resuello)

Acabamos de zampar algo. Patxi nos ofrecio algo de coco, los catalanes jamon del bueno. Areia se fue con ellos a dar una vuelta mientras yo me quedaba en el norte de Espanya de charreta. Aprendiendo de las experiencias de los demas, fascinandome con las iniciativas de los otros.

Teniamos que habernos mudado a Benguerra pero el viento que soplaba no lo hacia placentero. Nos quedamos a explorar Bazaruto. Aunque bajamos las aletas y las gafas, decidimos irnos a pasear por la playa del otro lado. Areia y yo andamos de expedicion "conchera" pero nos tropezamos sobre todo con cientos de medusas. Alguna cosita recogimos pero casi todo estaba destrozado.

Una vez en la playa del oeste, oi a Areia gritas detras mio. Una medusa de las de la orilla, pense. De pronto, la vi saltando con el bote de conchas en la mano.

- Que pasa, Areia, estas bien??
- Estaba viva, mama, estaba andando!!!!

Resulta que una de las pocas conchas enteras que habiamos cogido estaba bien porque...estaba viva!!!!! Al abrir la caja y verla caminar, le entro un ataque de panico y lo tiro todo al mar. Rapidamente, me puse a rescatar los restos.

La vuelta la hicimos por dentro. Atravesamos la zona de la duna, subiendo en denodados esfuerzos. El final de la duna es una zona de verde increible. Un autentico vergel donde incluso habia un lago. Pasamos por un "cementerio de conchas" de puntillas y con cuidado. Escalamos por la parte dura aunque dimos un pequenyo rodeo. Nos lanzamos de nuevo.

En la isla solo quedaba nuestro grupo. Apenas media docena de gente y pescadores llegando a puerto.

Volvieron los buceadores. Recogimos y partimos para Vilankulo. Esta vez tuvimos suerte, estuvimos en el lado "seco" de la barca. Llegamos en buen estado pero, para remate, nos dieron toallas, cafe caliente y una calida bienvenida.

Nos repartieron a nuestros lugares de origen y Areia moria por una pizza. Llamamos a la "delivery" local (gracias de nuevo a la gran Sabrina) contando con que se demoraria cerca de una hora. Fueron 45 minutos. Y me toco zamparme casi media.

Mi curry llego a las 19.30 y lo comparti con Alejandro y Laura, dos vascos afincados en Madrid. Intercambiamos ideas y reflexiones, dibujos y risas de Areia y un buen rato de conversacion. Mientras, una orquesta tocaba en la puerta de nuestro apartamento con lo que no habia opcion de irse al saco. Esperamos a que acabaran los berridos y la percusion (NO era la mejor orquesta de Mozambique) y nos fuimos al catre, cansadas y con ganas de cambiar de aires.

Y sin poder bucear...

¿Qué toca hoy?

¿Qué toca hoy?
Lo que nos depare el día (por cierto, ¡son de verdad!)